Capítulo 427
-No es asi!
Al fondo, un chico gordito levantó la mano.
-¡Es que es un mudo, no puede hablar!
-¡Jajaja!
-Mudito! ¡Mudito!
Alrededor, inmediatamente resonó una oleada de burlas, una mofa descarnada que hizo que Roman apretara la esquina de su camiseta con fuerza.
El profesor Óscar se sorprendió, ¿cómo que había un chico mudo?
Bajo para ver qué pasaba, y aprovechando que todos se estaban burlando y el profe también había bajado, una chica, con mala intención, le arrancó la mascarilla de un tirón, -¿Así que los muditos ni boca tienen… ah?!
Cuando se reveló la cicatriz aterradora en la cara izquierda del chico, todos dieron un brinco, incluso Óscar se detuvo.
-¡Qué miedo!
-¡Monstruc!
-¡Bicho raro!
-No me extraña que siempre lleve mascarilla, sin ella espantaría a cualquiera!
Los ataques y burias interminables, como un torrente lo ahogaron por completo.
Roman palideció, sus ojos profundos y sombrios no parecían tener fondo, y con la mano aún apretada, recogió su mascarilla y se la volvió a poner.
Óscar calmó los ánimos, no permitiendo que nadie siguiera con las burlas, pero pronto, este ‘chi fresco y entretenido se esparció por todos lados.
-¿Supiste del chico de al lado que siempre lleva mascarilla? ¡Es un monstruo!
-Tiene la cara llena de cicatrices, como un demonio, ¿qué tèrror!
-Dicen que nació siendo un monstruo y hasta mató a sus padres, por eso nunca vienen a buscar
Los rumores se volvieron más y más absurdos, cargados de escamio y desprecio, y poco a poco se transformaron en discriminación.
Un grupo de chicos aburridos que se enteraron de esto decidieron enseñarle una lección a ese ‘monstruo espantoso. Después de la clase, se apostaron en la salida de la escalera, esperando a que Roman pasara para cercarlo.
¡Detente!
-¡Oye, monstruo, me escuchaste?!
Roman no se detuvo, su actitud era muy tranquila, como si ya estuviera inmune a esos insultos.
Al ver que los ignoraba, el grupo se lanzó sobre él intentando arrancarle las gafas de sol y la mascarilla.
Roman podría haberse defendido uno a uno, pero cuando se abalanzaron todos juntos, tuvo que
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Capitulo 427
abrazar su cabeza con fuerza, dejando que los puños cayeran sobre él como gotas de lluvia.
-¿Parece que allá están peleando?
-Le están pegando a un bicho raro, ¿qué más da?
¿Qué están haciendo?!
Nerea, que acababa de volver del patio, oyó el alboroto y empujó a la gente con curiosidad, solo para ver a cuatro o cinco chicos golpeando a un chiquillo.
¿Esa silueta le resultaba conocida?
-¡No te metas! ¡Lárgate de aqui!
Los chicos le gritaron y la gente alrededor intentaba llevarse a Nerea, -Nere, mejor vámonos, ¿no? Da miedo…
Nerea frunció el ceño, furiosa, -¿Abuso? Ahora sí que me meto, iparen ya!
La voz clara y joven de la chica resonó, rompiendo el hielo en el corazón del chico golpeado, que ni siquiera el dolor podia despertar. Por un momento, sus ojos se llenaron de pánico.
¿Era ella?
La vergüenza y el autodesprecio que guardaba en lo más profundo de su ser afloraron, y apretó aún
más sus manos.
No le importaba mostrarse frente a nadie, ni le importaban las miradas ajenas, excepto… temía que su angelita viera su aspecto desastroso y feo.
-¿Se nos unió una valiente?
Los chicos pararon, y el líder, al ver a Nerea, quedó impactado, -Vaya, vaya, una linda niñita se nos ha unido, ¿eh? Por ser chica, te perdonaremos por entrometerte, pero no te metas donde no te llaman!
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