Capítulo 58
-No tengo idea, nunca he probado su comida.- Ella negó con la cabeza, tomando una cucharada de postre y llevándoselo a la boca. -¿Por qué de repente me preguntas sobre él?
-La noticia del matrimonio entre tú y Samson se ha esparcido por todo Londres. El seis de octubre, ¿no es el dia en que tú y él… se comprometerån?
A pesar de saber que no deberia mencionarlo, y mucho menos continuar, simplemente no podía
contenerse.
Nerea lo miró sorprendida, pensando que un magnate de los negocios congo él no se interesaria en esos chismes de la alta sociedad. Pero el estaba sorprendentemente bien informado, incluso recordaba la fecha exacta.
-Si.
El seis de octubre no era solo el dia de su compromiso, también era el aniversario de su muerte en su vida pasada!
Aquella noche, vestida con un traje de novia blanco, fue empujada desde el techo por un hombre despreciable y una mujer malvada, muriendo instantaneamente, era una imagen que aún permanecía
vivida en su mente.
En esta vida, los protagonistas serian Samson y Amapola.
Una vez que las cámaras ocultas que había instalado capturaran a esos dos juntos, el dia de su compromiso seria el momento de su caída en desgracia.
Solo de pensar en esa escena, Nerea se deleitaba. Miró a Roman, recordando aquel dia en el
cementerio.
Aunque aún no sabia por qué Roman habia desenterrado su tumba, llevado su cuerpo y matado a Samson y Amapola, estaba segura de que él también los odiara. Si ese era el caso, ¡mejor disfrutar. juntos!
-Roman, el día de mi compromiso, ¿te gustaria venir?
Sus palabras cayeron como una espada envenenada, exponiendo todos los temores y horrores en lo más profundo del corazón de Roman.
Al escuchar esto, los ojos normalmente cálidos de Roman se enfriaron, transformándose en un abismo oscuro y sin fondo, haciendo que Nerea sintiera un escalofrio.
Esa mirada era idéntica a la que tenía en su vida pasada en la azotea de la Torre Gemela del Dazz cuando mató a Samson y Amapola. En ese momento, era tan aterrador como un demonio salido del infierno, mirándola ahora como si fuera un vortice sin fin, listo para devorarla viva.
¿Había dicho algo mal para hacerlo enojar tanto?
No solo Nerea, sino también Neo, quien estaba a su lado, sintió el terrible frio que descendía, y el mayordomo, al ver la expresión de Roman, se quedó horrorizado.
¿La Srta. Nerea se iba a comprometer?
Entonces, ¿qué pasaría con el señor…?
Los dedos de Roman, aferrados a los cubiertos, se volvieron blancos, hasta que finalmente apartó la mirada tras encontrarse con la mirada sorprendida de Nerea.
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Capitulo 58.
No sabía con cuánta fuerza se levantó de la mesa, pero al darse la vuelta, su figura erguida tembló ligeramente.
-Liam, después de cenar, lleva a la Srta. Nerea arriba a descansar,
El mayordomo, al oir su voz repentinamente ronca y ver su manga temblar, sintió una penal indescriptible, -Si, señor.
-Roman…
Nerea quiso hablarle, pero no sabía qué decir.
Ella realmente no entendia qué había dicho mal para cambiar su expresión tan drásticamente, convirtiendo el ambiente alegre y armonioso en lo que era ahora,
Roman subió las escaleras paso a paso, sin mirar atras hasta que desapareció de la vista de todos.
Ya estaba completamente consumido por la desesperación y los celos, temiendo que si se giraba, perdería toda razón y le haría algo imperdonable a ella.
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