Chapter 50

Nuestro matrimonio fue un chiste. Tristan estaba tan alegre con su helado y disfrutando de los juegos en el

parque, que mipecho se llenaba de emoción cada vez que lo veia sonreír.

Me habia costado convencerlo para que dejara de temerle a Alexander.

Después de tanto insistir y persuadirlo, le terminé diciendo que aquel hombre le compraría un helado nuevo

como recompensa por el que derramo, pero no imaginé que Alexander lohiciera de verdad.

Ambos pidieron de vainilla y Alexander ayudó a Tristán a comerlo.

Me conmovía presenciar aquello, pero no quería demostrarlo.

Tristán se terminó quedando dormido en mis brazos, después de una larga tarde jugando, haciendo y

deshaciendo consu padre, a la final terminó agradándole más de lo que llegué a imaginar, se lo ganó

Alexander con el esfuerzo que hizo, a pesar de ser su primer día siendo padre.

Tristán es, sin duda, un niño maravilloso.

-dijo Alexander sin apartar sus ojos del rostro dulce y relajado de Tristán, quien dormía plácidamente.

-No debiste ocultármelo, i sabes todo de lo que me he perdido? —preguntó, mientras lo tomaba en sus brazos

con delicadeza y lo admiraba conuna sonrisa nostálgica.

Senti una punzada en el pecho, porque entendía a lo que se refería.

Se perdió de una etapa importante y única de su hijo, se perdió de su nacimiento, sus primeras palabras, sus

primeros pasos, tantas cosas que por más mínimo quefuera, era sumamente importante.

Es ahora, viendo a Alexander poner todo de sí para hacer feliz a Tristán, conocerlo y tratarlo como merece,

dónde cuestionaba mis decisiones, había actuado por mimisma - Si, lo sé muy bien.-dije estirando mis piernas

sobre la grama, buscando una posición más cómoda.

-¿Se lo has contado a tu familia?

No.

-respondió casi enseguida y algo me decía que no me estaba diciendo la verdad.

Lo miré con una ceja enarcada y su mirada vacilante se detuvo en mis ojos.

-Solo a Alexis lo sabe, pero a medias, le dije que tenía un hijo, no dije con quién.

-a estas alturas ya debe estar sospechando que le he dado un hijo, de todas formas mañana lo iba asaber, se lo contaría atodos nuestros allegados, pero antes debía poner en marcha miplan en contrade las Lancaster y Rachel, quería cerciorarme primero que mi hijo estaría a salvó lejos de esas tresvíboras.

-Sé lo que debes estar pensando y solo quiero que sepas que no dejaré que nadie lo lastime, nadie semeterá con él yquién lo haga lo lamentará, no me importa si resulta ser mi familia.

Aunque su respuesta no me dejaba en calma, apreciaba ese gesto de su parte, pero no estaba segurade que lo dijera en serio, porque sémuy bien que es manipulado por su familia, no sé que tantaimportancia le vaya a dar a Tristán o si le dará su lugar antes el par de víboras.

Solo, no dejes que tu madre y tu hermana trapeen el piso con él, es todo.

-era lo único que le pedia de todo corazón.

Si yo estaba haciendo lo correcto, él también debería hacerlo y mantenerlo lo más alejado posible.

Sarah, respecto a eso.

¿Por qué me ocultaste que mi familia te trataba mal? Y esta vez no quiero respuestas amedias.-soltéun suspiro cansado, ¿acaso no le quedó claro la última vez que respondí a su pregunta? -Ya te lo dije,te pondrías de su lado o no le tomarías importancia, no tenías tiempo para atender mis asuntos,además, preferia evitar cualquier disputa solo por ser una buena esposa, de verdad quería que lafamilia estuviera en paz, aunque eso perturbara mi tranquilidad.

-respondí sincera y sin sonar tan altanera cómo antes.

En este momento, ambos teníamos la guardia baja y lo hacíamos por Tristán, porque habían muchascosas que teníamos que ponerle punto y finalo seguiríamos toda la vida estancados en lo mismo yterminaría perjudicando a nuestro hijo.

Eras mi esposa, si lo hubiese sabido le hubiera puesto un fin desde un principio.

No debiste ocultármelo, si tan solo...

Si, tal vez no debí callar o tal vez si hubieses sido más observador te habrías dadocuenta en su

momento, igual lo hecho, hecho está, ahora solo quiero que tengas presente que me defenderé de

cualquier ataque de tu familia y espero que no afecte en la relación con Tristán.

Además, es evidente que no soy la única que ha ocultado información durante el matrimonio.

-cambié el curso de la conversación, refiriéndome al tema de su gemelo.

-Y yo no haré nada para defender a mi familia si es que se lo buscaron, te doy mi palabra, es lomínimo que puedo hacer por tidespués de todo.

Ahora no hay nada más que me importe que Tristán.

-lo miró con una sonrisa y con aquello lograba calmarme solo un poco, porque una cosa es que lo digay otra muydistinta es que lo haga.

-Si lo dices por Alexis, si, te lo oculté porque soy el culpable de que Alexis esté en esa silla de ruedas,es una historia muyamarga y nada agradable para mi.

-soltó con la mirada perdida, como si por su mente estuviera pasando las imágenes másdesagradables.

Algo dentro de mi hizo click, y pronto até los cabos sueltos, llegando a una conclusión que me dabaescalofríos de solo imaginarlo.

Lo miré curiosa, esperando que dijera algo, pero estaba tan sumergido en sus pensamientos que meatreví a decir lo que a él tanto le estaba costando.

Tú ibas manejando el auto que dejó a Alexis en ese estado.

-más que una pregunta, sonaba como una afirmación.

De pronto sus ojos viajaron hasta cruzarse con los míos y pude ver que estaba en lo correcto porlaangustia que brillaba en su mirada.

¿Cómo supiste cómo pasó? ¿Alexis te dijo algo? - negué con mi cabeza y me quedé en silencio.

¿Cómo le iba a decir que había mandado a investigar a Alexis? El silencio reino por unos segundos,en los que nosdedicamos a mirar a la nada misma, yo esperaba que él hablara, mientras que élparecía aún más sumergido en sus pensamientos.

Hasta que finalmente, habló.

-Esa noche, Alexis iba a quedarse en casa para preparar todo para la universidad, pero yo teníaunhobby que no iba para nada con nuestro estilo de vida ni nuestra clase social, me gustaba correr encarreras clandestinas.

Esa noche, seria la última que pasaríamos juntos antes de ir cada uno a nuestro respectivo campus, yterminé jodiéndolo todocuando le rogué a Alexis que me acompañara en mi auto a la última carrera, élno aceptó en ningún momento, para él era suficiente con estar en ese lugar, entonces, acudí a un planb, invitar a su mejor amiga, ella diria que si, pero Alexis cuidaba tanto a las personas que lo rodeaban,que terminó yendo el con tal de que no involucrara a nadie más, me salí con la mía.

-soltó una risa amarga y poco a poco iba comprendiendo cada vez más.

Él prácticamente lo arrastro hasta el auto, lo puso bajo presión para que accediera a ir en suauto,pero, ¿que iba a saber lo pasaría después? Nadie puede adivinarlo.

Pero, no es tu culpa, no lo hiciste adrede, solo querías pasar tiempo con tu hermano...

No, Sarah.

Antes de subir al auto, estaba pasado de copas, ¿te das cuenta de lo imprudente que fui? ¿Tedascuenta que pude evitar que el terminará de esa manera? Siyo no le hubiese insistido, él no hubieseperdido tantos años de vida postrado en una cama, no hay más culpables que yo.

Sarah, él se dio cuenta de mi estado cuando la carrera comenzó y me pidió que parara, se quitóel cinturón

para esperar a que lo dejara en medio del camino, pero enfurecí por su comportamiento y perdí el control,

estrellé el auto contra un muro y mi bolsa de aire se activo antes de darme cuenta lo que estaba pasando.

El parabrisas estaba roto y Alexis estaba ahi, con medio cuerpo sobre el cofre y lleno de sangre.

Cuando llegamos al hospital, hice un pacto con mi familia y algunos abogados que intentaban limpiarme de

toda responsabilidad, debía guardar silencio, nadie,absolutamente nadie podía enterarse de que yo era el

conductor ebrio.

Todo por salvarme de la justicia, pero no había manera de salvarme de mí, de mi sentimiento deculpa, de lo

mal que me sentí por tantos años, años en los que viví para él, con la esperanza de que despertara algún día.

Era evidente que le costaba mucho contar aquel suceso tan trágico para él y que, de cierta forma, estaba tan

comprometido en guardar aquel secreto, como yoestaba comprometida en ocultar mi identidad desde que era

una niña, por un lado lograba comprenderlo y ahora que él rompió el pacto con su familia y abogados, sentía

que era mi turno de contarle sobre mi verdadero nombre.

¿Por qué no? Después de todo, mañana todo el mundo lo sabría.

Yo no soy...

Sé lo que vas a decir, que no eres nadie para juzgar, pero todavía hay más.

De alguna manera, Rachel descubrió todo lo ocurrido esa noche.

-Alexander me interrumpió abruptamente y lo miré con cara de pocos amigos cuando aquel nombre salió de

suslabios, cuando estaba a punto de decirle todo, absolutamente todo.

-Y me chantajeó, me mostró las pruebas que me dejaban mal parado, su condición para no decirle a las

autoridades,era que estuviera con ella...

Solté una risa sin gracia, interrumpiendo su conmovedora historia.

Dios, esto no puede ser cierto, se quiere lavar las manos de esa manera?

Estaba arruinando lo que hemosavanzado con una sola mentira.

Entonces, el gran Alexander Lancaster, prefirió engañar a su pobre esposa, que decirle la verdaddesde

un principio, ¿qué clase de matrimonio teníamos? -aquello lo dije también por mí y por todo lo que le

oculté.

-¡No! No es eso Sarah.

Yo no acepté, pero amenazó con hacerte daño.

Y antes de que digas que podía denunciarla, ella también podía hacer lo mismo conmigo y estaría

muchosaños en la cárcel, me senti entre ella espada y la pared.

Mi cuerpo se congeló al escuchar aquello y no sabía si creer en sus palabras, ¿cómo podía hacerlo después

de tantos años?

Pero, si todoresultaba ser cierto, me las iba a cobrar todas y cada una con lo que tengo preparado para ella y

el par de víboras.

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