-Roman ¿por qué no me llamaste antes de venir?

-¿Qué pasa?-Roman la miró fijamente, y por alguna razón, una sombra pasó por sus ojos, -¿Vine sin avisar y te molesté?

No, para nada….

Después de lo que pasó anoche en el ascensor cuando se encontró con Edern, Nerea inmediatamente notó algo extraño en su tono. Recordando cómo había entrado y la había encontrado compartiendo el mismo vaso con Edern, rápidamente agitó sus manos explicando.

-Solo estábamos discutiendo el gulon con Edern, no te hagas ideas, pero tú… tus palabras también pueden llevar a malentendidos, ¿sabes?

-¿No estoy diciendo la verdad?

Roman se acercó a ella, su estatura alta y su presencia se sentían amenazantes, haciendo que Nerea diera un paso atrás involuntariamente.

-Una cosa es la verdad, pero la gente que no sabe, podría…

-¿Así que Nea tiene algo que ocultar?

Sus ojos se entrecerraron ligeramente, y Nerea, sintiéndose culpable, abrió mucho los ojos intentando defender su inocencia, -¿Quién, yo? ¿Por qué iba a tener algo que ocultar?

Él solo hablaba, pero ¿por qué tenía que acercarse tanto? Le hacía sentir que su cabeza zumbaba y no podía pensar claramente…

-Entonces, ¿de qué tienes miedo?

Roman la acorraló contra el borde de la mesa y de repente bajó la cabeza, lo que asustó a Nerea haciéndola retroceder, y en el proceso, tiró el vaso que estaba sobre la mesa.

Con un sonido de ‘clink’, el vaso cayó al suelo y se rompió en pedazos.

Nerea miró hacia el vaso, todavía tratando de recuperar su compostura, cuando vio a Romant inclinándose para recoger los fragmentos de vidrio.

-¡Eh!

Su rostro cambió de color por el miedo, y rápidamente se agachó para agarrarle la mano, ¿Qué haces? Hay vidrios por todos lados, ¿y si te cortas?

Apenas terminó de hablar, los dedos del hombre se detuvieron de golpe.

Levantó la mirada hacia ella, y la profunda oscuridad de sus ojos brillaba con una luz de alegría incomparable.

No le importaba si el vaso estaba roto, solo le importaba si él se lastimaba.

-El vaso se rompió.

-Si se rompió, se rompió, compramos otro y ya. Si tú te lastimas, yo… yo…

Nerea se dio cuenta de que estaba a punto de decir ‘me preocuparia’, y de repente se quedó sin palabras, -Yo… me sentiría culpable.

Capitulo 227

-Está bien. Te compraré uno nuevo, Nea.

Roman sonrio, tomando su mano con fuerza, y la calidez de su agarre se extendió a través de su piel, haciéndola recordar la noche anterior….

Cuando la ató a la cabecera de la cama, la presionó bajo su cuerpo, y le susurraba palabras de amor tanto cursis como explicitas..

Su corazón latía fuerte, y se sentía completamente seca de boca.

¿Qué está pasando?

¿En qué estaba pensando? ¡Eso solo era actuación!

Nerea sintió que algo habia cambiado en ella desde la noche anterior, sacudió la cabeza bruscamente, soltándose de su agarre y forzándose a volver en sí, Tengo un poco de hambre, ¿qué tal si tomamos la comida?

-Claro.

Roman sacó de una caja de regalo café, postres y snacks, poniéndolos uno por uno sobre la mesa.

Nerea vió un pastel de mousse de cereza entre ellos, y emocionada, tomó un tenedor diciendo, ¡Qué rico, es mi favorito, pastel de mousse de cereza!

Sus largas pestañas se curvaron, y sus ojos brillaron con felicidad mientras sostenía el tenedor, pareciendo una adorable gatita golosa, lo que hizo que la garganta de Roman se moviera ligeramente.

-Prueba.

-¡Claro!

Nerea no pudo esperar para cortar un pedazo y llevarlo a su boca, sus ojos se cerraron de felicidad mientras masticaba y decía, aunque un poco incoherente, -Oh, está realmente delicioso, ¡Roman, tu habilidad es increible!

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